Manifiesto de una fisioterapeuta
Creo en la actitud y la constancia
Y quién te ofrezca una solución a tu problema sin pasar por estas dos variables, te engaña. Seguramente cada día te repites a ti mismo que deberías hacer deporte, comer mejor o subir las escaleras en lugar de usar el ascensor. Lo siento, pero no hay atajos.
Trabajo y constancia son fórmulas ganadoras, siempre acompañadas de una actitud positiva.
Tengo pacientes que sufren dolores -supuestamente- crónicos de espalda (cervical, dorsal o lumbar) y hasta hoy alivian su dolor con analgésicos. No contemplan otra solución.
¿Te conformas con medicarte toda tu vida?
¿Estás dispuesto a trabajar para estar mejor?
Les pregunto.
El 80% de la población va a sufrir dolor de espalda en algún momento de su vida.
Hablo de salud, pero SALUD de verdad. Obtener un equilibrio duradero basado en el bienestar físico y mental. Hablo de mejorar tu movilidad, tu control, tu fuerza, tu energía y tu vitalidad. No me importa la estética, aunque si haces lo que debes, obtendrás el cuerpo que deseas disfrutando del camino y sin obsesionarte con ello.
Define objetivos razonables y realistas
Debes estar dispuesto a cambiar tus hábitos, y es más fácil de lo que parece si lo hacemos juntos. Apaga la tele e ignora los mensajes -a menudo contradictorios- que prometen una vida mejor detrás de una pastilla.
La silla es tu peor enemigo. ¡Muévete! No estamos hechos para estar sentados.
Mi motivación es crear contenido que te sirva para interiorizar hábitos saludables y ayudarte a diferenciar entre higos y brevas. Ya sea con un artículo acerca de recomendaciones posturales, ejercicios, recetas sencillas y saludables o lecturas que te ayuden a apaciguar tu mundo interior. Información hay mucha, mi reto será despejar tus dudas.
Constantemente escucho a gente descontenta con su vida.
El tiempo para dedicar a uno mismo escasea y parece un lujo al alcance de muy pocos. Nadie mejora sin esfuerzo y de la noche a la mañana, pero cada día cuenta y ese tiempo para ti es fundamental. Yo te animo, no malgastes ni un segundo.
Mi mensaje es claro: No te conformes
¿Crees que convivir con el dolor es tu única solución? Confía en ti, cree que el cambio es posible y busca asesoramiento. Antes de hacer cualquier tratamiento que veas por la web o leyendo una revista, apóyate en un profesional del sector. Ya sea un médico, nutricionista, fisioterapeuta o entrenador personal.